El Niño canadiense Ryan Ross ha hecho 900 mil dólares y posee 4 empresas.
“Primero tenía sesenta gallinas y vendía una docena de huevos por tres dólares”, recuerda Ryan, quien vive en un poblado cercano a Toronto. “Ganaba quince dólares al día”. Cuando se cansó de vender huevos, Ryan se lanzó a su siguiente aventura: la poda de césped.
Cuando Ryan Ross tenía tres años comenzó un negocio de vender huevos en el patio trasero de su casa. Hoy, el pequeño de ocho años de edad se encuentra en su cuarta empresa y ya ha ganado cerca de un millón de dólares.
El pequeño empresario cobraba a sus clientes 20 dólares la hora, pero como era muy joven para manipular una podadora contrataba a niños más grandes a quienes les pagaba 15 dólares la hora. “Ganaba cinco dólares por hacer nada”, advierte Savannah, su madre.
El pequeño empresario cobraba a sus clientes 20 dólares la hora, pero como era muy joven para manipular una podadora contrataba a niños más grandes a quienes les pagaba 15 dólares la hora. “Ganaba cinco dólares por hacer nada”, advierte Savannah, su madre.
“Hizo lo mismo con su siguiente empresa, una máquina de lavado profesional; le cobraba a sus clientes 200 dólares la hora y él pagaba a un tercero 100 dólares por hacer el trabajo. Y todas éstas fueron ideas suyas. Mi esposo y yo somos muy exigentes en cuanto a que Ryan debe entender todo lo que está haciendo”.
Mientras tanto, el menor se ha dedicado a invertir sus ganancias en bienes raíces. Al día de hoy, es el orgulloso dueño de seis edificios en Ontario y British Columbia. Su fortuna personal asciende a 900 mil dólares.
Ryan también ha comprado una pista de hockey y una cancha de basquetbol para su familia, así como cuatro mil libros para él. Pero ningún celular, pues sus padres no lo permiten.
Sus amigos en la escuela no pueden creer que sea un empresario”, dice Savannah. Pero las aspiraciones de Ryan van más allá de las bienes raíces; “Ryan cree que el hockey es pura diversión, pero debe entender la parte del negocio primero, así que ahora nos estamos sentando a conversar con algunos dueños de equipos. Ellos piensan que es lindo”, asegura Savannah.
Sus amigos en la escuela no pueden creer que sea un empresario”, dice Savannah. Pero las aspiraciones de Ryan van más allá de las bienes raíces; “Ryan cree que el hockey es pura diversión, pero debe entender la parte del negocio primero, así que ahora nos estamos sentando a conversar con algunos dueños de equipos. Ellos piensan que es lindo”, asegura Savannah.
“Quiero crear dos ligas nacionales de hockey. De esa manera podré jugar en la NHL Ryan (National Hockey League).
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